La evolución de las cámaras para documental ha ido a peor.

Roland Denning nos explica dónde empezaron a tomarse malas decisiones en la producción de cámaras para documental y algunas sugerencias para que se vuelvan a tomar las decisiones correctas en su evolución.


Puede ser una visión un poco polémica para esta esta web, pero la calidad de imagen no es necesariamente el aspecto más importante de una cámara cuando se va a utilizar para hacer un documental. Permítanme extenderme en esto: las cámaras digitales modernas pueden producir imágenes fantásticas, pero lo que distingue a los grandes documentales, rara vez, tiene que ver con la calidad de imagen, en todo caso tiene que ver con lo que eres realmente capaz de grabar. Por supuesto, nuestro objetivo es conseguir las imágenes con la mejor calidad que podamos, pero,además de la cámara, hay muchos más elementos con los que conseguir las imágenes más bellas. Y desde esta perspectiva, francamente, la evolución de la cámara documental ha ido por mal camino.

Empecé a trabajar en documentales, utilizando película, cuando la calidad de la imagen dependía en gran medida de las lentes y los tipos de película. Esto significaba que los fabricantes de cámaras compitieron en la fabricación de cámaras más ligeras, más silenciosas y ergonómicas. Desde la ARRI BL, que tenía un asidero casi imposible de usar, pasando por la Eclair NPR y CP16, llegando a la ARRI SR y Aaton, cámaras de 16mm que evolucionaron radicalmente a partir de 1960 para satisfacer las demandas de los documentalistas.

Y aquí está el tema fundamental -el desarrollo de la cámara de 16 mm más ligera, con cristal para sincronización de sonido, zooms con alta luminosidad y película más rápida -sensible-, no era tanto para conseguir imágenes de mejor calidad; sino que estos avances conllevaron la realización de películas que antes simplemente no se podían hacer. Para los cineastas pioneros que crearon el cinema verité de la década de 1960, esto significaba que podían poner una cámara en una mochila, subirse a un avión e ir a rodar una película -esto simplemente no había sido posible antes-. Un avance muy parecido se produjo, casi cuatro décadas más tarde, con la llegada de la cámara DV que creó todo un género de documental personal de bajo presupuesto y más recientemente con el advenimiento de la GoPro. Pero se han dado pasos hacia atrás también.

El desafortunado aumento del DSLR

El irresistible ascenso de las DLSR (cámaras reflex digitales) ha cambiado la forma en que se hacen las películas y no, como podría pensarse, para bien, en particular para los jóvenes cineastas que aprovechan las réflex digitales para entrar en el negocio. Las Réflex digitales pueden crear bellas imágenes por muy poco dinero, pero tienen limitaciones reales como cámaras para hacer documentales. De hecho, el paso a las réflex digitales ha impuesto sus propias limitaciones particulares en la forma de hacer documentales; la poca profundidad de campo es ideal para entrevistas, pero si se está siguiendo la vida real de forma espontánea con una profundidad de campo tan baja corremos ciertos peligros (he visto demasiados documentales de televisión en los que sólo la punta de la nariz está enfocada).

Hay un innegable atractivo visual en la profundidad de campo -que evoca al cine, por supuesto- pero también estetiza y separa; en un documental, por lo general, quieres ver, tanto como sea posible de lo que ocurre dentro del fotograma, con ello permitimos a los espectadores que puedan observar y llegar a sus propias conclusiones (hay algunas implicaciones políticas en esto, en las que no voy a entrar por el momento). En el cine de la década de 1940, la gran profundidad de campo se llamó «enfoque profundo» y fue aclamado como un gran avance por estas mismas razones. Desde que las cámaras DSLR se impusieran, ya que nunca fueron diseñadas para rodar películas, toda una industria ha desarrollado la creación de plataformas complejas y generalmente torpes. Conseguir un sonido decente por lo general implica una grabadora independiente -este hecho no es necesariamente el fin del mundo, pero sin duda a supuesto un paso atrás en términos de vídeo-. Y tener que cambiar las lentes para hacer un plano más cerrado o más abierto, es una gran restricción. Esto ha hecho evolucionar un estilo particular de fotografía documental -más estudiada y más elaborada, una cámara que no se mueve mucho- (y si lo hace, es probable que sea de lado utilizando un slider). En lugar de capturar, de forma espontánea, eventos, a medida que ocurren; hay una tendencia a preparar lo que va a suceder delante de cámara.

Hay grandes documentales realizados de esta manera -estoy pensando en el trabajo de Errol Morris- pero para el documental de observación esta tecnología es inapropiada (y también para ciertos estilos de teatro improvisado, un tipo de rodaje que ya casi no se hace). Cuando la tecnología determina la forma en que hacemos las películas, en lugar de al revés, algo ha ido mal.

La Aaton XTR fue, en mi opinión, un punto de inflexión en la evolución de las cámaras de 16 mm; una cámara que se equilibraba perfectamente en el hombro, que sentías que era parte de ti y con esa empuñadura de nogal tallada a mano que estaba fresca en verano y cálida en el invierno era una especie de concepción inmaculada. Debo enfatizar aquí, a pesar de mi amor por los rollos de película y toda la disciplina que tiene a su alrededor (y he sido propietario tanto de una Aaton XTR como de una ARRI SR), no hecho en falta los días en los que usabamos película; las ventajas de la tecnología digital, sin duda para el trabajo documental, son muy superiores a los beneficios, reales o imaginarios, de la película.

El problema, tal y como yo lo veo, es que las cámaras de vídeo han evolucionado a lo largo de trayectorias que no parecen coincidir realmente con las necesidades de los documentalistas. La ergonomía de la cámara de vídeo para hombro ha cambiado muy poco desde la introducción del Betacam hace ya 30 años. Otras cámaras de vídeo profesionales han evolucionado a partir de cámaras fijas (o, a menudo, de hecho, son cámaras fijas) o son desarrollos que provienen de las cámaras de vídeo domésticas. Y algunas parecen haber sido desarrolladas como una especie exótica, como la Black Magic, impresionante en muchos sentidos, pero exactamente qué clase de ser humano está diseñado para encajar? A este respecto, el diseño de la cámara parece haber retrocedido 50 años.

Hay, por supuesto, algunas cámaras digitales estupendas para utilizar hoy en día. La ARRI Amira es una hermosa cámara que puede crear imágenes fantásticas, y está diseñada para llevarla a hombro, pero el sensor de gran tamaño indica que no se puede llevar un zoom con luminosidad alta y el tipo de profundidad de campo necesario para documental (Sí, ya sé que se puede poner en un adaptador B4 en la Amira pero esto entorpece y además se pierde muchísima luz). También es más grande y más pesado que lo que yo quiero que sea una cámara para documental moderna. Y, por supuesto, es caro.

En el otro extremo de la escala, echando un vistazo a la nueva Sony PXWX70: compacta, barata, que tiene un sensor de 1 pulgada, ampliable hasta 4K -es que no tiene nada malo?- Bueno, el anillo del zoom es también el anillo de enfoque (hay un selector en uno de los lados para controlar la función) y el iris se controla mediante una rueda. Para mí, eso es algo absurdo y que rompe la ergonomía. Siento como si fuera una cámara que se ha construido con una mezcla de ideas de cámaras profesionales y cámaras caseras en lugar de estar diseñada para un propósito específico.

Los deseos para las modernas cámaras de documental

Entonces, ¿cómo debería de ser la cámara digital ideal para documental? Los siguientes pensamientos están, por supuesto, llenos de mis propios prejuicios y pueden estar salpicados con mi ignorancia. Estoy seguro de que hay mucha gente esperando entre bastidores para decirme, que mi ‘cámara perfecta’, más o menos, ya existe o que mi análisis es totalmente irrazonable o erróneo. De todos modos, aquí va:

Me gustaría un «sensor más grande de 2/3 de pulgada, pero lo suficientemente pequeño como para permitir un objetivo zoom con una buena luminosidad, ligero y con un rango de zoom decente. Tal vez un poco más grande que el Super 16 -algo así como el Micro 4/3 o incluso de una pulgada- por lo que todavía es posible hacer que el fondo esté desenfocado en una entrevista, pero que a su vez tenga suficiente profundidad de campo como para poder utilizar un objetivo angular y poder seguir a un sujeto en movimiento alrededor de una habitación sin que esté todo enfocado. Quiero que tenga un zoom muy amplio. Si eso significa dos lentes de zoom, que así sea. No hace falta decir que quiero que tenga una alta luminosidad.

Quiero que la cámara sea pequeña y razonablemente ligera, pero lo más importante es que quiero es que esté equilibrada en el peso, para que se adapte perfectamente al hombro. También quiero que se pueda quitar del hombro y que tenga un visor que se pueda tirar de él hacia afuera y que se pueda girar alrededor y poner en todos los ángulos raros y que pertenezca a la cámara.

Que tenga un control directo sobre el enfoque y el iris. Sí, las funciones automáticas son a menudo muy valiosas, pero la mayoría de las veces me gusta detenerlas y hacer el enfoque yo mismo. Directamente en la lente y no a través de algún servo raro. No estoy interesado en una rueda de seguimiento de enfoque a menos que tenga un mando de foco.

Ahora bien, esto podría ser una idea muy personal y parecer muy retro, pero realmente me gustaría que tuviera una palanca de zoom manual con amortiguación. Con una palanca de zoom, tienes una respuesta táctil y visual inmediata viendo en todo momento el rango de zoom que estás utilizando, y puedes hacer más suave el final del movimiento. OK, tengo la sensación de que no hay muy poca gente que trabaje de esta manera.

Y esto puede parecer aún más retro y técnicamente inviable, pero me encantaría un visor óptico y con una nitidez muy alta, que pueda mostrar mucho más allá de los bordes del marco- para que pueda ver lo que está a punto de suceder antes de que entre en cuadro. Sí, lo sé, esto tampoco no va a suceder.

Me gustaría que tuviera cuatro canales de audio. La cámara Panasonic que tengo tiene cuatro canales, pero dos de ellos sólo se pueden usar con el micrófono de la cámara, lo cual los inútiliza. Me gustaría que se pudieran utilizar dos micrófonos de radio en canales separados y un micrófono direccional en cámara mono o estéreo.

Ayuda al enfoque. A falta de un visor óptico, me gustaría un enfoque ampliado -zoom dentro de la imagen- que funcione mientras esté grabando.

Esto es una cosa menor, pero, creo, que se puede alcanzar fácilmente: Me gustaría que se pudiera cambiar entre dos balances de blancos con una mezcla entre los dos estados. Si voy de interiores a exteriores, quiero que el cambio de equilibrio de color desaparecera suavemente en lugar de abruptamente.

Almacenamiento de gran capacidad, las tarjetas de memoria fiables y a precios razonables son ya una realidad. Sin embargo, me gustaría que se pudieran hacer copias de seguridad y transferir los archivos sin necesidad de cargar con un ordenador.

No he mencionado el tema de los codecs ya que pertenece a otro debate, pero sería muy bueno tener la opción de grabar directamente a ProRes 422. La cámara Blackmagic pocket puede hacer eso, ¿por qué no lo pueden hacer todas las cámaras de ahora?

¿Estoy pidiendo demasiado o estoy equivocado?

Escrito por Roland Denning del blog Red shark News 14/08/2015. Traducción: Jorge Rio.

13 Comments

  1. Pues que fue una revolución en su momento… Una cámara que mucha gente compró y con la que rodé varias piezas… Una pena que hayan convertido las cámaras en ordenadores (cada 6 meses sale una mejor que la anterior y más barata)… No me gustan las imposiciones del mercado…

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    1. No sé si te estás confundiendo con la AG-HVX200, yo hablo de la AG-DVX200, que graba 4K en tarjetas SD. Te preguntaba para ver qué opinabas como cámara para documentales, ya que da la impresión de ser una actualización de la HVX, y si sale tan robusta y versátil como aquella puede ser una buena opción, no?

      Gracias por tu respuesta.

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      1. No he tenido el placer de trabajar con esa cámara… Supongo que será una versión mejorada del modelo anterior, yo tengo una Canon C300, que es una gran cámara, y la imagen que da es muy interesante… El único tema es que necesitas invertir dinero en objetivos… Si te pasas por mi web podrás verla.

        Un saludo, desde Madrid.

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      2. Conozco la C300, pero para documentales se hace un poco incómoda desde el punto de vista que explicas en el artículo, no? Me refiero a que tiene los mismos problemas que las DSLR en ese tipo de producciones.

        Pero es una gran cámara, desde luego… 😀

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      3. Yo la acompaño con un monopie y se trabaja bien, es verdad que para llevar como camara en mano siempre, necesitas algún tipo de estativo, pero de momento no he hecho ningún proyecto en el que fuera necesario… Si algún día necesitas algo, podemos hablar… Un saludo.

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    1. Es la primera versión de la cámara. La textura que da mi cámara en la imagen está muy bien (tiene una calidad de imagen y bokeh excelente)… Estoy muy contento con ella, a pesar de que los fabricantes ya han conseguido dejarla anticuada… Estamos en una carrera, sin mucho sentido, en la cual en menos de 2 años, cualquier cámara queda «anticuada» y parece que si no ruedas con lo último no eres nadie en esta profesión… Respecto de la cámara que comentas, está bien… ya que su precio no es muy alto y para una serie de formatos, se puede utilizar sin problemas, pero le pasa un poco como a la mía, ya se ha quedado «anticuada».

      Un saludo y gracias por tu interés, ya he visto que tienes una productora en Barna, si algún día quieres que trabajemos juntos; yo encantado. Suerte con los proyectos!!!

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  2. Muy interesante, muchas de las cámaras citadas no las he visto, tengo una PXW X70, comparto el problemas de la rueda de ajuste del iris cuando esta en el trípode y el anillo de Zoom y enfoque.
    Comparto el concepto de la carrera tecnológica (mas comercial que técnica muchas veces).
    Gracias a la distancia.

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